Estamos inmersos en esta actividad celebrada hoy 26 de enero de 2019, en la que nos reunimos los coordinadores de Primaria y Secundaria, y que comenzamos en el rezo de los laudes de hoy, sábado de la II Semana del Tiempo Ordinario.
Posteriormente, el delegado de Enseñanza, Juan Manuel Muniz, explica el contenido del presente encuentro, e informa de asuntos de interés para todo el profesorado.
En un segundo momento, hemos tenido un Panel de Experiencias, en el que tres compañeros coordinadores han compartido con todos sus experiencias de lo que debe ser un buen coordinador de profesores de religión.
Eli Velázquez, coordinadora de primaria, nos comparte cuáles deben ser sus características: que transmitan la información de la Delegación, que tengan iniciativa, que se preocupen de las dificultades de los compañeros de su coordinación, y que tengan empatía. También nos comparte desde sus convicciones profundas las funciones que ella ha intentado llevar a cabo en sus años como coordinadora:
animar a la formación contínua para un mejor servicio al evangelio, animar a la participación en las distitntas actividades que se proponen desde el Arzobispado, intentar solucionar o derivar los problemas que a todos los profesores de religión se nos presentan a nivel legal, de programaciones, etc…
Francisco Javier Salguero, coordinador de primaria, comenzó en el gremio siendo el único hombre entre muchas maestras de religión, lo cual ha sido una anécdota que nos ha hecho reír a todos. El también comparte con Eli que las funciones principales del coordinador deben ser acompañar a nivel profesional, y en parte personal, a nuestros compañeros en sus dificultades y dudas en su labor de enseñanza, en los colegios en los que están destinados, ser enlace directo entre la Delegación y los profesores pertenecientes a su coordinación.
Juan Palazón, coordinador de secundaria, nos trasmite las dificultades que encuentra todo coordinador ante los compañeros que no se quieren implicar en la formación, que tristemente no se vinculan con las parroquias, y a los que no se les nota su vocación como evangelizadores con la misión de la Iglesia. Nos plantea la necesidad de cambiar esta situación. Nos anima a preguntarnos cómo podemos cambiar esto, qué podemos hacer para que todo el profesorado de religión se sienta unido, apoyado, y nos mantengamos en contacto, como miembros de un mismo cuerpo que es la Iglesia y con una misión común: la formación religiosa de nuestros niños, adolescentes y jóvenes.
Finalmente a las 13 h. pasamos a la Catedral para celebrar la Eucaristia con el querido antiguo delegado D. Manuel, que tan cariñosamente comparte con nosotros, cada año, este encuentro entre hermanos y con el Señor que da sentido a todo.